Andrología Alteración de la erección
Andrología Alteración de la erección

La disfunción eréctil (DE) se define como la incapacidad persistente para conseguir y/o mantener una erección suficiente para llevar a cabo una relación sexual satisfactoria. Es una disfunción muy común, multifactorial, que afecta a 1 de cada 5 hombres en España y su frecuencia aumenta con la edad, pero no hay que asumirlo como un proceso “normal” del envejecimiento. Ni el interés ni la actividad sexual desaparecen con la edad. La DE se considera patológica, independientemente de la edad del paciente.

La DE no es sólo un problema de salud sexual. En algunas ocasiones puede ser la primera manifestación de otras enfermedades no diagnosticadas previamente, como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, etc. La relación existente entre la DE y las enfermedades cardiovasculares está ampliamente demostrada, por lo que se ha denominado a la DE como “síntoma centinela”.

Es importante diferenciar a aquellos pacientes en los que la DE es un síntoma más de otra patología subyacente y, por tanto, poder tratar no sólo la función eréctil, sino también poder solucionar la causa que la está produciendo.

En hombres de mayor edad es más frecuente la existencia de otros problemas de salud y además existe una disminución de los niveles de testosterona, que tiene un papel fundamental en la erección.

El objetivo de la evaluación especializada es identificar la causa de la DE y aconsejar el tratamiento más adecuado para cada caso, intentando cubrir siempre las necesidades y expectativas del paciente y su pareja.

La mayoría de los problemas de erección tienen solución. Los distintos tratamientos de los que disponemos en la actualidad son seguros y eficaces, pero siempre deben ser prescritos y supervisados por un profesional médico.


Posibilidades de tratamiento:

  1. Consejo sexual: información sobre los cambios que se van produciendo tanto en el paciente como en sus parejas y que pueden condicionar la respuesta sexual
  2. Modificación de los estilos de vida no saludables y hábitos tóxicos
  3. Fármacos orales: Son los llamados inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (iPDE5). Actualmente disponemos de 4 fármacos: Sildenafilo, Tadalafilo, Vardenafilo y Avanafilo. Tienen una eficacia similar ( >80%) demostrada en todos los grados de severidad de la DE, independientemente de las enfermedades asociadas.
  4. Alprostadilo tópico en crema: se administra en el glande y tiene un inicio de acción rápido (15 minutos). Puede producir efectos secundarios a nivel local (irritación, escozor) pero no a nivel general.
  5. Alprostadilo intrauretral. Se administra por la uretra. Puede producir escozor-dolor uretral pero no tienen ningún efecto a nivel sistémico.
  6. Inyección intracavernosa de Alprostadilo. Es importante entrenar al paciente y su pareja a realizar una correcta inyección intracavernosa y dosis adecuada.
  7. Ondas de choque de baja intensidad. Las ondas de choque han sido empleadas desde hace años en otras áreas de la medicina, incorporándose más recientemente a la DE, principalmente para aquellos casos en que la causa es un déficit de aporte circulatorio al pene.
  8. Dispositivos de vacío y anillos de compresión
  9. Prótesis de pene. El implante de una prótesis de pene es la última opción de tratamiento. Actualmente están comercializadas 2 tipos de prótesis: maleables o semirrígidas e hidráulicas de 2 o 3 componentes.