La incurvación congénita de pene se debe a una alteración en el desarrollo de las estructuras peneanas, que hace que el pene se incurve con la erección. Es más frecuente ventral (hacia abajo). No tiene mayor importancia o repercusión en la salud. Si imposibilita o dificulta las relaciones sexuales, la única opción es la cirugía de la corrección de la incurvación.

La incurvación adquirida de pene o Enfermedad de La Peyronie es una patología de origen desconocido. Su mayor frecuencia sobre los 50 años, pero puede aparecer a cualquier edad. Puede manifestarse como: placa/nódulo y/o dolor y/o incurvación y/o disfunción eréctil.

El desarrollo de una placa o nódulo fibroso en el tejido del pene lleva a la pérdida de elasticidad de esta zona fibrótica, dando lugar a una incurvación del pene con la erección, pudiendo también ser dolorosa.

El diagnóstico es clínico, basado en los síntomas que refiere el paciente, en la exploración física y en autofografías (fotos realizadas por el propio paciente) para valorar la severidad y dirección de la incurvación.

La evolución de esta enfermedad es impredecible. El objetivo del tratamiento es sino conseguir la regresión de los síntomas, estabilizarlos. Es importante que el paciente esté informado de que este proceso requiere 1 año aproximadamente. Existen distintos tratamientos médicos, sin que ninguno haya demostrado ser realmente efectivo ni mejor que otro.

Una vez hayamos conseguido la estabilización y en el caso en que la incurvación sea moderada-severa, nos podremos plantear un tratamiento quirúrgico de enderezamiento de pene o corporoplastia.

En algunos casos en que la incurvación coexiste con disfunción eréctil nos podemos plantear la prótesis de pene.