ALTERACIONES DEL DESEO SEXUAL. SÍNDROME DEL DÉFICIT DE TESTOSTERONA.
La disminución de la libido, también llamado deseo sexual hipoactivo es la disminución del deseo. Sus posibles causas incluyen factores psicológicos (depresión, ansiedad o problemas de relación de pareja), fármacos y niveles bajos de testosterona en sangre.
La testosterona es la hormona sexual más importante del hombre y no sólo es importante para mantener una función sexual adecuada, sino que está involucrada en otros sistemas del organismo, como en la formación del músculo, hueso, función cognitiva, etc.
Los niveles de testosterona disminuyen con el envejecimiento, por lo que el déficit de testosterona en hombres adultos o hipogonadismo puede afectar la función de los distintos órganos y por tanto, la calidad de vida del paciente.
La pérdida del deseo sexual o libido constituye el síntoma más específico de la falta de testosterona asociado o no a la disfunción eréctil. Aparte de los síntomas sexuales, el déficit de testosterona puede ocasionar clínica sistémica: sofocos, alteración de la concentración, alteración del estado de ánimo, cansancio y debilidad o pérdida de masa muscular, anemia, osteoporosis, obesidad abdominal y síndrome metabólico. Muchos hombres permanecen sin diagnosticar porque atribuyen estos síntomas al envejecimiento o en ocasiones se les diagnostica de síndrome depresivo.
Para el diagnóstico del síndrome de deficiencia androgénica debe coexistir la presencia síntomas o signos sugestivos de esta enfermedad y niveles disminuidos de testosterona, que se determina con un análisis de sangre.
Importante destacar la relación existente entre este síndrome y el síndrome metabólico. El síndrome metabólico (hipertensión arterial, hiperglucemia, obesidad abdominal, hiperlipemia) se asocia con niveles bajos de testosterona.
Muchos de estos pacientes mejorarán sus síntomas si son tratados con testosterona.
El objetivo del tratamiento con testosterona es restaurar la normalidad de los niveles de testosterona y revertir los síntomas. La testosterona se puede administrar por vía intramuscular o subdérmica tópica (gel).